La cruz es un bonito símbolo
que quizás nadie te explicó,
es la intercesión de dos mundos,
el mundo del hombre y el de Dios.
Son dos rectas infinitas
que se cruzan en un lugar
ese lugar es el ahora
y es lo único real.
Todos vamos caminando
por la línea horizontal
y en este preciso instante
la vertical siempre está.
Siempre a tu disposición
dispuesta para que la abraces,
y te deslices por ella al lugar de donde naces,
donde el suave amor te espera,
donde el miedo nunca está,
donde reina el silencio
y se respira la paz.
El día que lo descubras,
nunca olvidarás la puerta,
sumérgete cuando quieras
siempre la tienes abierta.
Nadie te obligará a entrar
solo depende de ti,
pero irremediablemente
acabarás instalado aquí.
Qué inspirado!