Durante el verano Extremadura cambia por completo, tiñendo de amarillo su pelo verde. Las ovejas se quitan sus abrigos de lana para soportar el calor y las cigüeñas pescan langostos entre el pasto cerca de las charcas.
En estas nueve fotografías veraniegas, se aprecia el contraste el color marrón del barbecho con el amarillo de los rastrojos y el posio.
En estas tierras donde el agricultor es a su vez ganadero, se reparte el uso de la tierra entre la labor y el pastoreo. Por trozos, la tierra extremeña de secano tiene sus años sabáticos en los que no se siembra (posio). En las parcelas sembradas y cosechadas (rastrojo), las ovejas aprovechan los restos de las espigas en verano después de recoger el grano. Mientras , otras están preparándose para ser sembradas , y a finales de primavera cuando el ganado se ha comido la yerba fresca, mueven la tierra con el arado preparándola para la siembra en otoño (barbecho)