En el huerto había un olivo
que daba gusto mirarlo
entre todos destacaba
por su luz y por su encanto
mientras otros protestaban
por las cosas que ocurrían
él nunca decía nada
y a todo le sonreía
la abundancia de sus frutos
era cosa peculiar
Sus buenas y grandes cosechas
nadie lograba igualar.
Sus aceitunas eran siempre
las más sabrosas del huerto
y todos se preguntaban
como lograba hacer eso
una pócima secreta
un conjuro milagroso
murmuraban entre ellos
todos un poco celosos
un día muy soleado
lleno de murmuraciones
los convoco a todos ellos
para dar explicaciones.
El secreto que yo tengo
es el saber aceptar
y no perder energía
en lo que no puedo cambiar.
Haga lo que haga lo atiendo
como lo más importante
para mi es lo primero
y lo más interesante.
Nunca abandono mi puesto
el presente es mi lugar
tengo mucha disciplina
para reír y gozar.
Toda mi energía la uso
en estar siempre contento
no quiero tener razón
ni ser más guapo y esbelto.
No me distraigo con quejas
y de discutir ni hablar
tampoco pierdo energía
en presumir o llorar.
Siento la energía en mí
me sumerjo en mi interior
y me fundo con la vida,
con el todo, soy amor.
Solo ese es mi secreto
todos lo podéis hacer
además de resultados
os encontrareis muy bien.
Y después de este discurso
para todos quedo claro
que el único y gran secreto
es no estar en otro lado.
Qué bien me viene escucharlo de vez en cuando…