Elijo yo.

La lagartija inestable

siempre iba acompañada

con un montón de emociones

que con ella caminaban.

La llamaban inestable

por sus cambios de emoción

un día estaba contenta

y dos o tres días no.

Esta tarde no me habléis.

¡Que feliz soy hoy amigo!

No me mires, estoy fatal.

¡Qué ilusión verte Pepito!

Ella vivía resignada

a esta triste realidad

donde a días estaban bien

y a días estaban fatal.

Así transcurría su viaje,

había soltado el timón

y lo agarraban por turnos

emoción tras emoción.

Entre orgullo dolido

los celos siempre ofendidos

la euforia, la admiración,

el miedo y la confusión

a la pobre lagartija

la tenían en un rincón.

Un día estando cansada

de tantísimo altibajo

agarro fuerte el timón 

diciendo muy alto y claro

-De ahora en adelante

la energía la pongo yo

vosotros podéis quedaros

sentadas en el sillón.

Yo decido en todo momento

la paz que quiero sentir

ya se acabó tanto cuento

¡Soy yo la que manda aquí!

Las emociones sentadas

no dejaban de insistir,

debes seguir mis consejos.

No, mejor sígueme a mi.

Pero la lagartija lista

no volvió a seguir a nadie

en su viaje era la jefa

y la única responsable.

Ahora estaba ella al volante

y era la que decidía

ponerle paz y alegría 

a todo cuanto acontecía.

 

 

No hay espacio para dos.

El pequeño saltamontes

no se encontraba muy bien

en el colegio los otros

no querían jugar con él.

El recreo lo pasaba

viendo a los demás jugar

y aunque a veces lo intentaba

no contaban con él jamás.

Dando muy tristes saltitos

llegaba solo a su casa

su madre muy preocupada

le preguntaba ¿Qué te pasa?

¡Eso me pregunto yo!

¿Por qué no cuentan conmigo?

parece que no existiera,

nadie quiere ser mi amigo.

El saltamontes de un salto

se metía en su habitación

y allí pasaba la tarde

lamentando su situación.

De repente y sin aviso

algo mágico sucedió,

el sillón donde estaba sentado

tímidamente le habló.

-Hola amigo estoy aquí

¿Estas cómodo en mi cojín?

El saltamontes asustado

no sabía que decir,

con los ojos como platos

miró a su alrededor

y todos le estaba mirando

desde la alfombra al colchón.

Estaban muy extrañados

y parecían decir:

¿Por qué no nos haces caso?

¿Somos poco para ti?

Él los fue mirando a todos

y sorprendido respondió

-Perdón por no valoraros,

no era esa mi intención.

Hablo con cada uno de ellos

y a todos agradeció.

A la flor de la maceta

le alabo su buen olor,

a la ropa por su abrigo,

por su luz a la bombilla,

por ser útiles y cómodas

a la mesa y la silla.

Al sentirse agradecido

la tristeza se marchó.

En este mismo momento

No hay espacio para dos.

Mirando de un lado a otro,

mil gracias a todo dio

-¿Por qué no lo he visto antes?

gritaba de la emoción.

Gracias por estar aquí,

por el aire al respirar,

por su madre que antes triste

al sentir que la apreciaba

había empezado a cantar.

Quédate un poquito más

Pareces muy divertida

con tantas cosas que hacer

¿Dónde vas siempre deprisa?

Para un rato, siéntate.

Pareces muy divertida,

pero me parece a mí,

que lo que a ti te sucede

es que no paras huir.

No te gusta estar contigo,

te asusta la soledad

¡es todo tan aburrido!

dentro de ti duele estar.

Cierra los ojos un rato

por favor aquiétate

en tu casa pasan cosas

nunca te paras a ver,

date un paseo por tu cuerpo

de la cabeza a los pies

¿Dónde duele?

¿Hay un nudo que debamos deshacer?

¿Es la boca del estómago?

¿O es el mismo corazón?

¿Notas que estas agitada?

¿O sientes mucha presión?

No te vayas, quédate

siente tu respiración.

¿Qué dicen los pensamientos?

 Párate y escúchalos.

Que si has sido rechazada

que si alguien te abandono

que si te sientes muy triste

que si tu suerte voló…

No te puedes ir ahora

ya sé que quieres salir

es tu herida la que habla

y no la quieres oír.

Lo poco que te valoran

que nadie te tiene en cuenta

que no sirves para nada

y mil cosas que te cuenta.

No te abandones más veces.

Quédate, no corras más.

Sé valiente no te vayas,

quédate un poquito más,

las heridas sanan solas

cuando te pones amor,

el amor lo cura todo

eso te lo digo yo.

Nada falta

 

Nada falta

 

Doña Urraca fue al doctor

a contarle su dolor

-No tengo lo suficiente

Todo me sale peor…

Cuando acabó de quejarse

y de contar su versión

el doctor se quitó los lentes

y tranquilo contestó.

-Quizás no te falte nada

Mirando entre lo que tienes

más bien debes deshacerte

de lo que no te conviene

 

–A mí no me sobra nada

¿Es que acaso no lo ves?

Tengo mucha mala suerte

Y nada me sale bien

 

Si quieres ver mejoría

Deshazte sin más tardar

De estas cuatro cositas

Que te voy a enumerar

 

Te sobra tu egocentrismo

Querer tener la razón

Y no saber aceptar

Las cosas tal como son

 

Te sobra mil distracciones

Y placeres que te das

en donde gastas el tiempo

que le debes dedicar

 

a buscar tranquilidad

a estar contigo en silencio

a quererte como eres

con todos tus puntos negros.

 

Haz cosas que te mejoren

Y que no te perjudique

Esas ya las sabes tú

No hace falta que lo explique.

el camino

Una hormiga aventurera

de su hormiguero partió

y entre cientos de caminos

confundida se perdió.

Al principio parecía

que lejos estaba bien,

todo era divertido

y asombroso a la vez,

pero pronto se dio cuenta

de que quería volver.

Su corazón estaba triste

y no sabía porqué.

Transitó veredas cortas,

autopistas de placer,

trato de atrochar a veces

y nunca le salió bien.

Estando un poco cansada

a punto de desistir,

ante un nuevo camino

su corazón dijo SÍ,

respingó como un cordero

su tristeza vio partir.

No me importa la distancia

ni lo que tarde en llegar

ni las cuestas ni revueltas

que tenga que soportar.

Sé que estoy en el camino

Esa es mi tranquilidad.

Buscando

Una semilla de árbol

en una gran urbe cayó,

encima de un rascacielos

con una buena visión,

y después de mirar mucho

una cosa le extrañó,

y le preguntó a una nube

que soltaba un chaparrón

-¿Qué les pasa a los humanos?

todos corren sin parar

usan artilugios varios

para volar y rodar,

van de un lado para otro

no para de trajinar.

Los que caminan por calles,

van corriendo sin mirar.

Entran, salen van deprisa

mueven cosas de lugar.

-Están buscando algo

que perdieron a la par

-¿Y qué es eso que rebuscan

y no pueden encontrar?

-Algo que es infinito

y no se puede gastar

unos le llaman amor,

y otros felicidad.

-Pero… ¿si buscan lo mismo

por qué no paran de pelear?

Están tirándose bombas

y discuten sin parar,

son raros estos humanos

locos parecen estar.

-¿Quieres oír que les pasa?

Es una cosa tan simple

que hasta risa a mí me da,

ellos buscan y buscan

se afanan sin descansar

el problema es que lo hacen

en el lugar donde no está.

Física cuántica.

Tu cuerpo es una puerta

por la puedes pasar

al espacio mágico e infinito

que tú eres en verdad,

con millones de bolitas

que se mueven sin parar.

Brillando y saltando alegres

chocan y rebotan más.

Por el trocito de espacio,

que ocupa tu cuerpo en él

puedes sentirlo en tus manos,

puedes sentirlo tus pies.

Tu cuerpo se desdibuja

ahora eres el tapiz,

eres espacio infinito

sin contornos, estás aquí.

Tu cuerpo desaparece,

se disuelve, ya no esta,

se ahogan los pensamientos

hay silencio y mucha paz.

Atravesando tu cuerpo

llegas derechito a ti

el espacio luminoso

la nada, el vacío sin fin.

Nada en la nada

un ratito mas,

siéntete infinito

eres pura libertad.

la decisión.

-Ya sé que me quieres mucho

pero te voy a dejar,

no me gustan tus consejos,

no me dan tranquilidad.

Nunca me aclaraste nada,

lo tuyo viene y se va,

lo que dices que está bien

mañana ya no lo está.

Siempre me sacas de aquí,

del ahora, de mi hogar.

Hace mucho que no atiendo

a quien me viene a visitar

-Yo sé cómo distraerte

conmigo puedes escapar

de todos esos pesados

que no te dejan en paz.

-No quiero seguir huyendo

ya no quiero correr más

abrazare lo que venga,

no escaparé nunca más.

-Y cuando te pongas triste

¿Cómo te consolarás?

-Hablaré con la tristeza

y le daré su lugar

-Y si viene la impaciencia

¿Cómo la vas a tratar?

-Que gusto verte mi amiga

Siéntate en este sofá

-¿Y cuando llegue aburrido?

Dime lo que vas a hacer.

-Pues me sentare a mirarlo

y tomaremos un té.

-Y a nuestra querida envidia

¿Qué le vas a decir tú?

-Quédate a cenar conmigo

cocinaré un buen cuscú.

-¿Y que va a pasar conmigo,

no me dejaras pasar?

Siempre me has necesitado.

No me puedes repudiar.

-Tú también tienes tu sitio.

Tú siempre serás mi amiga,

pero de ahora en adelante,

no escucharé lo que digas.

La amiga se sentó allí,

poco a poco se apago,

ahora solo se la oye

cuando se la llama a acción.

La luz

-Me duele mucho aquí.

-Pues ponte allí.

Le dijo a la rana la mariposa feliz.

Y siguiendo el buen consejo,

la rana de un salto se plantó muy lejos.

-Ya estoy allí

he cambiado de lugar,

y sigue doliendo igual.

¡Otra vez me equivoqué!

Aquí tampoco es

donde por fin se está bien.

-Yo no me supe explicar,

o no me entendiste tú,

no hay que mover tu casa,

tienes que mover tu luz

-¿Mi luz?

-Tu casa está muy oscura,

apagada y fría está,

no cambiaras nunca nada

llevándola a otro lugar.

Tu luz está despistada.

Perdida tú luz está,

buscando en otros lugares

vagando de aquí para allá.

Mueve tu luz, tráela a casa,

deja de distraerte y vagar,

ilumina tu presente

aquí es donde debe estar

desde tu casa caliente,

desde tu iluminado hogar

nunca más sentirás miedo

y veras con claridad.

La rana siguió el consejo.

Su casa comenzó a brillar

Se la veía desde lejos

rezumando bienestar.

El secreto

En el huerto había un olivo

que daba gusto mirarlo

entre todos destacaba

por su luz y por su encanto

mientras otros protestaban

por las cosas que ocurrían

él nunca decía nada

y a todo le sonreía

la abundancia de sus frutos

era cosa peculiar

Sus buenas y grandes cosechas

nadie lograba igualar.

Sus aceitunas eran siempre

las más sabrosas del huerto

y todos se preguntaban

como lograba hacer eso

una pócima secreta

un conjuro milagroso

murmuraban entre ellos

todos un poco celosos

un día muy soleado

lleno de murmuraciones

los convoco a todos ellos

para dar explicaciones.

El secreto que yo tengo

es el saber aceptar

y no perder energía

en lo que no puedo cambiar.

Haga lo que haga lo atiendo

como lo más importante

para mi es lo primero

y lo más interesante.

Nunca abandono mi puesto

el presente es mi lugar

tengo mucha disciplina

para reír y gozar.

Toda mi energía la uso

en estar siempre contento

no quiero tener razón

ni ser más guapo y esbelto.

No me distraigo con quejas

y de discutir ni hablar

tampoco pierdo energía

en presumir o llorar.

Siento la energía en mí

me sumerjo en mi interior

y me fundo con la vida,

con el todo, soy amor.

Solo ese es mi secreto

todos lo podéis hacer

además de resultados

os encontrareis muy bien.

Y después de este discurso

para todos quedo claro

que el único y gran secreto

es no estar en otro lado.


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