La olita que creía mandar en el mar Era una ola que se creía que su rumbo decidía, y a su antojo se movía. Ahora por aquí, luego por allá. —Gira a la izquierda... no me gusta este lugar. ¡Yo controlo y nadie más! Y si su voluntad no se hacía, lloraba y se enfurecía: —Otra vez me equivoqué... ¿Por qué nada me sale bien? Tampoco estaba contenta con las cosas que pasaban. Y como creía que ella era la que mandaba, se culpaba y se culpaba: —No debí meterme aquí. ¡Tengo que salir... salir! El mar se compadeció al ver tanto sufrimiento. —Pero, olita, ¿por qué sufres, si tu voluntad no existe? Tú no puedes decidir si te quedas o te vas. Es siempre mi voluntad. ¡Imagínate qué lío sería! Millones de olas sueltas, sin medida ni armonía. Confía, descansa. Todo está bien. No hagas caso a tu cabeza. Ella, aunque parezca lista, no ve la totalidad. Y todo lo que te cuenta está incompleto y no es real. Yo sé lo que te conviene. Créeme, y te daré la paz. Eres libre de elegir si crees lo que te digo o no. Esa es tu decisión. Del rumbo me ocupo yo. Siempre me tienes aquí. Deja ya de pelear. Aprende a flotar en mí. Pronto... no tardes más.
Biodiversidad en el prado

Había una vez un prado
en una hermosa colina
su tierra era fértil y rica
su nombre era Carolina.
Una tarde soleada
después de algunos chubascos
el prado creo dos flores
y las hizo reyes en el acto
iban pasando los días
los reyes dieron semilla
nacían flores a diario
formando una gran pandilla
Todas las flores eran únicas
y todas estaban bien
el prado estaba contento.
¡Su obra estaba fetén!
Quizás perdió la cordura
no sabemos la razón
pero la reina del prado
un buen día se enfadó.
-No aguanto tanto desorden,
las cosas son como son,
de ahora en adelante
yo solo tengo razón.
ordeno que solo hubiera
dos colores en el prado
así el prado se vería
más bonito y ordenado
a estos dos grandes bandos
ella misma les mando
como debían comportarse
dependiendo de su color
-las rosas serán muy dulces
se quedarán en su hogar
las azules muy valiente
y saldrán a trabajar
muchas no estaban contentas
con el papel asignado
pero no les quedó más remedio
que hacer lo que estaba ordenado
-Las rosas que son sensibles
Cuidaran de los demás
Las azules por su parte
No tendrán permitido llorar
Las flores pasaban sus días
representando un papel
esto está bien así
de esta manera no es
-Madre mía que aburrimiento,
no lo puedo soportar.
dijo una flor colorada
quitándose su disfraz
Es mejor que cada una
sea como le dé la gana
que vuelvan todos los colores
y a bailar por sevillanas.
Muchas flores la siguieron
tímidamente primero
poco a poco y sin reparo
al final todas bailaron
la reina muy aburrida
de tanta monotonía
después de pensar un poco
se unió a la algarabía
Todas las flores contentas
se quitaron los disfraces
y campaban por el prado
libres de tanto equipaje
unas saltaban de lado
otras sacaron volantes
otras corrían de espaldas
y otras se pusieron guantes.
La reina a todas miraba
Con una gran sonrisa
ahora las dejaba ser
sin ponerles cortapisas.
Ahora estaba muy feliz
queriéndolas de mil maneras
Sin patrones definidos
por el color que tuvieran
Todas podían ser fuertes
y tener mucha ambición
todas podían ser sensibles
sin importar su color.
El sapo egocéntrico
Estaba tranquilamente
un sapo tomando el sol
y un humano que paseaba
sus gafas le regaló.
Cuando se puso las lentes
se sintió muy importante
él era algo especial
los demás eran cosa aparte.
El charco veía ahora
de forma muy peculiar
él era el centro de todo
y lo veía girar.
Al principio le gustaba
sentirse tan especial
pero pronto las cosas
empezaron a cambiar.
De repente y sin motivo
todo le parecía mal
y le entraron muchas ganas
de mandar y de ordenar.
Él se creía más listo
y mejor que los demás
y trataba de imponer
su opinión en el lugar.
-Esto no está bien aquí
esto no está bien allá,
nada era de su gusto,
¡¡¡No lo puedo soportar!!!
Y siempre estaba enfadado
cuando no estaba impaciente
triste o de mal humor
que también era muy corriente.
Y siempre era culpa de otro
su enfado y su mal humor,
-si tu no fueras así…
yo siempre tengo razón.
-¿Pero qué le pasa al sapo?
Decían todos los demás.
-El sapo se ha vuelto loco.
Lo tenemos que encerrar.
Y llamaron al doctor
que llegó muy diligente
con cuerdas muy resistentes
y una jeringa imponente.
-Esto lo arreglo yo
con un pinchazo es bastante,
y dijo yendo para el sapo:
agarrarlo, es un instante.
Del salto que pego el sapo
cuando lo vio aparecer
se le cayeron las gafas
y todo volvió a estar bien
-No hace falta que me pinche
la enfermedad ya pasó
el problema eran las gafas
que el humano me dejó.
-Ya no veo los problemas
el enfado se marchó
he vuelto a la realidad
ahora el centro no soy yo.
la vida se va de fiesta
La vida se va de fiesta
y parece muy contenta
el baúl de los disfraces
tiene la tapa abierta.
desborda creatividad
no para de sorprendernos.
¡Mira esa flor tan bonita!
¡Y ese caracol con cuernos!
Todo lo que ves es vida
una vida
vida es.
¿Qué otra cosa puede ser?
debajo de cada planta
animal o persona
danza la vida contenta
alegre y muy juguetona.
Mírala que cuca va
vestida como una liebre
y saltando como un gorrión…
¡Qué alegre!
Y sus disfraces de hombres
son muchos y variados
unos grandes otros pequeños
los hay negros y colorados.
No juzgue lo que tú ves
siempre es la vida danzando
y aunque no lo puedas entender
ella siempre está jugando
cuando estés con tus amigos
no te creas a tu mente
trata de ver a la vida
con disfraces diferentes.
Yo soy vida tú eres vida
y ellos y ellas también
todo a tu alrededor es vida
verlo así me sienta bien.
Qué bonito es ver mundo
cuando ves la vida en el
sin el juicio de palabras
¡todo es paz, todo está bien!
La pelota
-Bota, bota mi pelota
la niña Carlota
jugaba en el parque
con su pelota.
-Bota, bota mi pelota
yo te quiero preguntar
¿es más bonito subir?
¿debe ser feo bajar?
-Para mi eso es igual
las dos cosas forman una
cuando subo canto al sol
cuando bajo canto a la luna.
Lo paso de rechupete
subiendo como un cohete
bajando todo empicado
disfruto como un chiflado
Ir para arriba o abajo
no se pueden separar
las dos cosas son lo mismo
¿te lo tengo que explicar?
Para arriba y para abajo
son como el frio y el calor
para que exista uno
necesitan ser los dos
Si quiero seguir aquí
tengo que subir y bajar
sí sigo siempre hacia arriba
me salgo de este lugar.
En el suelo tomo impulso
también para descansar
que a veces es necesario
para fuerzas recobrar
-Bota, bota mi pelota
no dejemos de botar
para arriba, para abajo
son las cosas del jugar.
Ahora
-Quiero ser feliz
-dijo Amalia a una perdiz.
-¿Acaso no lo eres ya?
-No.
-Pues te puedo acompañar,
me sé un truco, ya veras
¿lo probamos a ver que tal…?
Solo tienes que parar
-No, ahora no
ahora no puede ser
este ahora no está bien.
-¿Entonces? Tú me dirás
-Lo dejó para después
ahora me duelen los pies,
este momento no es bueno
aún le faltan muchas cosas
no tiene lo que deseo
ahora no puedo ser dichosa
esto tiene que cambiar
esto no me gusta a mi
si fuese de otra manera
yo podría ser feliz.
Tengo que lograr tres cosas
Las tengo anotadas aquí
Cuando todo se realice
La felicidad se hará en mi
Y defendiendo su formula
Como una joya preciada
No hacía caso ni miraba
lo que la vida le daba
-El problema no es lo que ocurre
Ni que te duelan los pies
El problema son tus notas
De lo que tiene que ser
Suelta eso que tú crees
Que hará tu felicidad
Vive lo que está ocurriendo
disfruta lo que se da.
Tu formula no es verdadera
¿Cuándo la vas a soltar?
El rey dormido
Reinaba el rey de los gallos
con la ayuda de un lacayo
en su reino había paz
y también tranquilidad
El rey a todos cuidaba
y los sabía querer
el sirviente era muy listo
y hacia sus cosas muy bien
construía grandes mansiones
enfermedades curaba
máquinas, aviones y coches
el lacayo fabricaba
El rey gallo asombrado
por todo lo que sabia
asentía con su cresta
a todo lo que él decía
y siempre lo tenía ocupado
con sus múltiples proyectos
que si vamos por aquí
que si vamos a hacer esto
el rey muy obnubilado
le seguía sin rechistar
y el sirviente sin quererlo
le robo su identidad
En el reino ahora reinaba
el sirviente y nadie más
el rey se quedó dormido
y parecía no estar.
Como el criado mandaba
en cosas que no entendía
pronto hubo muchos líos
y empezó una pesadilla.
En las cosas del querer
era tonto y bravucón
nunca quería ceder
y siempre llevar la razón.
Las cosas que otros hacían
nunca eran de su agrado
mis ideas son las buenas
gritaba muy enfadado.
Pronto en el reino reinaba
un grandísimo alboroto
y hasta bombas se tiraban
los unos contra los otros.
Mucho estrés todos sufrían
y con tanta algarabía
el rey que dormía y dormía
de repente despertó.
Recobro su identidad
abrió los ojos y dijo
viendo las plumas volar
-¡Esto tiene que acabar!
El lacayo se marchó
descompuesto y desplumado
y nunca más se metió
donde no lo habían llamado.
-Vaya sueño tan profundo
menos mal que he despertado
en las manos de ese loco
no sé qué hubiera pasado.
Un hombre corriente
Era un tipo muy corriente
que siempre estaba en su mente
y por eso no atendía
a lo que aquí sucedía.
Paseando por el bosque
él va pensado en sus cosas
no ve flores ni colores
ni tampoco mariposas
no oye pájaros cantar
ni al arroyo susurrar
y como no está donde está
todo le suele pasar.
Mete los pies en el barro
se tropieza con las ramas
se enfada consigo mismo
y se va para su casa
y enfadado se pregunta
-¿Por qué a mí esto me pasa?
Y cuando llega a su puerta
sigue en la mente liado
unas veces muy contento
otras veces preocupado
por las cosas del futuro
por las cosas del pasado
Y donde pone las llaves
no se puede cuenta dar
luego las busca y las busca
y no para de buscar
y se enfada con él mismo
-¿Dónde las pude dejar?
y da vueltas como un trompo
yendo de aquí para allá.
Si no quieres que te pase
como a este hombre corriente
tienes que estar aquí siempre
y no vagando en tu mente.
Úsala para estudiar
y para ser diligente
cuando charle sin parar
no le sigas la corriente.
No te dejes distraer
de lo único y real
el pasado y el futuro
son películas no más.
Las prisas del caracol
Paseaba por un prado
un caracol despistado
que se encontró de repente
con algo poco corriente.
-No tiene alas ni pies
le daré la vuelta a ver qué es
es bonito, cómo brilla
me lo cargo en mi casilla.
Fue ponerse el artefacto
y le ocurrió ipso facto
de repente y sin razón
muchísima prisa le entró
tic tac tic tac
-Voy a hacer el equipaje
que me tengo que ir de viaje
tic, tac, tic, tac
voy al cine, luego a misa
déjame que tengo prisa
voy a clases de claqué
luego a yoga y luego a ingles
tic tac tic tac
Pasó por allí un ciempiés
y tuvo que saltar a un lado
por no ser atropellado.
-Alto, alto, párate
¿Es que acaso no me ves?
-Hoy no puedo
que no llego
voy deprisa
tengo prisa
tic tac tic tac
-¡Qué locura!
¿tendrás cura?
Se cruzó con un lagarto.
-Siéntate a tomar el sol.
-Voy muy tarde ¿Qué horas son?
-¿Hora? Es ahora. Ahora es
¿para qué lo quieres saber?
-Para ver si llego bien
hoy estoy muy ocupado
tengo todo programado
tengo que ir a otro lado
tic tac tic tac
adiós, adiós que tengo mucha prisa.
-Abrígate que corre brisa.
Subiendo una cuestecita
se encontró una mariquita.
-Descansa conmigo un poco.
-Ahora no puedo, voy loco
tengo que freír un coco
y luego me voy de excursión
y a correr un maratón
tic tac tic tac
me voy corriendo para adelante
ya descansaré en otro instante.
Volando entre las rosas
se hallaba una mariposa.
-Hola amigo párate
¿quieres que tomemos té?
-Otro día, ahora no
mañana me viene mejor.
-Entra en casa
¿Qué te pasa?
-Yo no puedo estar aquí
yo necesito salir
ahora vengo, ahora voy
¡ya no sé ni dónde estoy!
RINGGGGG
tengo que correr, correr
mira que ya son las tres
Tic tac tic tac
y corriendo como un loco
se tropezó con un topo
y en la fuerte colisión
el artefacto voló
y en el fondo de un lago cayó
-¿Cómo estás? ¿te encuentras bien?
Preguntaron la mariposa y el ciempiés
-¿Qué te duele? ¿Cómo estás?
Preguntaron la mariquita y el lagarto al llegar
El caracol aliviado
por el peso descargado
estiro los cuernos y dijo
muy alto y con regocijo
-¡Qué silencio! ¡Vaya paz!
por fin se acabó el trajín
¡que alegría estar aquí!
nada tiene que ocurrir.
Mi perro
Mi perro no tiene palabras
solo ladra
aunque las conoce bien
no sabe cómo se llaman
ni las flores ni las ranas
y aunque no diga palabra
sabe más de lo que ladra.
Es muy listo, desayuna churros
y además le gusta el pisto
Mi perro tampoco piensa
ni mal ni bien
te mira muy fijamente
y a todo te dice amén
a él nunca le preocupa
lo que pasó o pasará
está súper atento
al momento en el que está
él siempre está muy contento
y con ganas de jugar.
Mi perro cuando me ve
mueve el rabo, ladra y salta todo a la vez
y además tiene una cosa
que cuando me ve llegar
me regala sin parar
esa cosa está en el aire, esa cosa no se ve
alegría retumbante
puntitos de luz brillantes
que llegan a mi corazón
y lo alegran mogollón.
Mi perro es un buen amigo
nunca se enfada conmigo
y aunque yo diga mi perro
él no es mío ni tuyo ni es de nadie
mi perro no tiene dueño ni amo
él ES VIDA, y yo lo amo.
La ola fulanilla y el fin de su pesadilla.

Fulanilla era una ola que se creía
muy sola -¡Qué pena me doy! ¡Qué
sola que estoy! ¡Que miedo me da!
¡Qué me va a pasar!
Fulanilla sufría cada día, se
enfadaba, por todo protestaba y
con otras olas se comparaba
-¡Esto no es nada justo! ¡Yo nunca estoy
a gusto! Se lamentaba, estirando
su cresta a los peligros expuesta.
-¡Cuantas olas hay aquí! ¡Tengo
que sobresalir si no quiero morir!
¡Qué miedo me da! ¡Que me va a pasar!
Y después de mucho tiempo de
vivir este tormento, un día creyó
morir, cerró los ojos y dijo:
-No puedo más, me rindo. Y se
dejó caer al mar como un pingo.
Ya no me quedan ni dientes, ¡qué
me lleve la corriente.
Y estando de esta manera, se llenó
de paz entera. Abrió los ojos y
dijo: -¡Soy el mar! Pero, ¡qué boba!
Pensé que solo era una ola. ¡Qué
alegría! ¡No soy lo que yo creía!
Y sabiendo quien era en realidad
y que nada de lo que temía le podía pasar,
siguió por el mar surfeando todo lo que
en su camino iba encontrando.
Y así acabó la pesadilla de una ola
llamada fulanilla.
